Pese a que el Gobierno intenta bajar el ritmo del gasto público, hay una realidad: con la inflación en alza, no hay pesos que alcancen en el bolsillo y, por ende, el Banco Central debe darle todo el impulso posible a la «maquinita» de impresión de billetes de mayor denominación, para que no haya escases en los cajeros automáticos y en la calle.
De hecho, se acaba de conocer que el BCRA nuevamente pidió importar de urgencia papeles de $1.000, en este caso desde Brasil y España, para poder cubrir la demanda.