Transitando entre mayores riesgos y menores retornos
•De pandemia a endemia. La presencia de cepas más contagiosas, pero menos letales, de Covid vislumbra una transición natural de creciente convivencia con la nueva realidad sanitaria. El sendero a la normalidad, sin embargo, no necesariamente será armonioso. La prognosis sigue siendo constructiva para las acciones globales, pero los próximos meses amenazan con retornos más normales y bastante más volátiles que lo disfrutado desde mediados del 2020.
• Bancos centrales más preocupados por la inflación; pero el sesgo de política sigue siendo la cautela.La Fed ya reconoció la necesidad de comenzar a actuar antes de lo inicialmente esperado, pero los mercados siguen esperando subas de tasas reprimidas. En Europa, el ECB ha explicitado sus razones para no modificar tasas en todo el año 2022, dejando relativamente expuesto al EUR. Igualmente, y aunque los últimos meses han mostrado moderación parcial en los factores de oferta asociados a la pandemia, es esperable que la política monetaria siga sorprendiendo con mayores tasas a las proyectadas hasta ahora.
•Aunque un delicado balance inflación/crecimiento condicionará la perspectiva financiera, las acciones siguen luciendo más atractivas que la renta fija. Ajustadas por inflación, las bajas tasas muy probablemente continúen por un buen tiempo, ayudando a mantener el interés en las acciones. Mas allá de la reciente retracción en acciones tecnológicas, la amplia liquidez y los buenos resultados económicos que se anticipan para el cuarto trimestre continúan beneficiando al universo accionario.
• Riesgos de ejecución en la política monetaria, ingresos menos
excepcionales, y alta valuación conspiran con la selectividad. Aunque la capacidad de ganancias y el poder de mercado seguirá identificando a los posibles ganadores del año, el contexto exige diversificación, y la búsqueda de compañías sólidas en sectores cíclicos y de valor todavía rezagados.
•Argentina: más lejos del FMI y más cerca de su propia historia. El gobierno sigue enfocando la negociación con el FMI como un debate político, subestimando la fragilidad de la situación económica actual. Si el sector público no reduce considerablemente su necesidad de financiamiento monetario simplemente exacerbará el exceso de pesos existente. Y sin una reversión del balance externo, la creciente falta de reservas sólo hará más complicada y traumática la inevitable licuación de esos pesos excedentes. Ausente una corrección fiscal, la alta inflación es la variable de ajuste, controlada con un programa o caótica sin él.