Las miradas de los inversores se centran en las lentas negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por una deuda de unos 45.000 millones de dólares, el rechazo legislativo al proyecto de presupuesto 2022 y las presiones cambiarias en medio de una escalada inflacionaria.
La semana pasada, el país pagó unos 1.900 millones de dólares al Fondo Monetario Internacional (FMI) en concepto de capital, por lo que las reservas del banco central quedaron en niveles considerados negativos.